"Los mordiscos de estos capullos son el menor de tus problemas. Los aplastadores se abalanzan contra todo, sea humano o zombi, ¡como si fueran un camión! Si ves que uno salta hacia ti, apártate cagando leches o te obligarán a moverte. En mi humilde opinión, sus brazos son sus armas, y las armas rotas no sirven de nada."
-Señor Bestia
"Lo que debes recordar con estos cabrones ruidosos es que nunca se quedan solos mucho tiempo. Si uno empieza a chillar, ¡tienes que cerrarle la boca antes de que aparezca el resto del vecindario! Lo difícil es acercarse, porque los chillones tienen unos pulmones muy potentes y pueden mandarte por los aires. Al final merece la pena, porque cuesta mucho actuar cuando el público no deja de echarte mierda. Lo sé por experiencia."
-El barón de los muertos
"En Banoi los llamábamos ahogados. En su interior borbotean jugos cáusticos a tutiplén y se los vomitan a todo lo que se mueva. Huele a mierda y derrite hasta los huesos. Los babosos pueden atravesar el vómito como si nada, pero tú no tienes ese lujo. ¡Acércate para rebanarlos antes de que te dejen sin escapatoria!"
-El profesor zombi